
El PJ provincial logró cerrar filas y definir su frente de cara a las legislativas de septiembre.
El acuerdo central al que se llegó es que todas las decisiones serán de a tres. Todo por consenso. Las cabezas de lista, los candidatos provinciales y nacionales, la estrategia y la comunicación de la campaña. Son tres los apoderados y tres los integrantes de la junta electoral. Es el número mágico.
El acuerdo sellado hoy tuvo uno de los puntos de mayor fricción en la disputa entre el kirchnerismo y el kicillofismo por el calendario electoral: mientras el sector más cercano a Cristina Kirchner sostenía que el desdoblamiento impulsado por el gobernador fue un error estratégico, desde La Plata defienden la decisión como una forma de proteger la identidad provincial.
La desconfianza flotó en todas las negociaciones pese a la buena voluntad de varios dirigentes. No se trata de algo personal, sino de un cúmulo de rencores que afectaron, principalmente, la relación entre el gobernador bonaerense y el líder de La Cámpora, que pasó de inestable a muy mala con el correr de los meses.
Pero ese conflicto dejó heridas abiertas. En el kirchnerismo subsiste el malestar por haber perdido la pulseada, y ese rencor se traduce en resistencias que dificultan la construcción de un espacio sin fisuras.