Dos intentos fallidos en diciembre pasado, cuando el oficialismo exhibió fugas internas y frustró el quorum para avanzar con una media sanción de la ley de Ficha Limpia.

La iniciativa busca impedir que personas con condenas confirmadas en segunda instancia puedan presentarse como candidatas en elecciones, salvo que la sentencia se dicte en un año electoral.

El proyecto fue elaborado por el ministro de Defensa, Luis Petri, y el constitucionalista Alejandro Fargosi, junto a Gastón Marra. El proyecto original había sido presentado por la diputada del PRO Silvia Lospennato pero el Gobierno decidió no acompañarlo durante su tratamiento en recinto el año pasado y presentó el propio con algunas modificaciones.

Además de los delitos de cohecho y tráfico de influencias, incluye delitos de malversación de caudales públicos, negociaciones incompatibles con la función pública, exacciones ilegales, enriquecimiento ilícito y encubrimiento. Esto afectaría a la expresidenta Cristina Kirchner, si decidiera ser candidata en las próximas elecciones, y a otros exfuncionarios.

El anuncio de la propuesta de Ficha Limpia de parte de Milei descomprimió el descontento que los bloques aliados venían acumulando contra el Gobierno, y de alguna manera revivió el pacto de unidad de acción parlamentaria que se había conseguido para la Ley Bases.

Si bien en Diputados Ficha Limpia tiene el camino libre, el Senado parece ser complicado el tramoa recorrer. 

Para el kirchnerismo, Ficha Limpia es proscriptiva y busca anular electoralmente a la principal dirigente de la oposición.